12 Oct Cómo personalizar un cuento con un fotomontaje creativo

Hace unos días fue el cumpleaños de dos primos míos. Ellos son mellizos y tienen 2 años. Y quería llevarles un regalo. Siempre me ha gustado regalar cuentos a los niños, y si es posible, cuentos que faciliten el desarrollo de la creatividad del lector, ya sea éste el niño o el adulto que se lo lea.
Así que empecé a buscar… Encontré el cuento pop-up “El mundo de los piratas”. Viene dentro de una caja y se abre a modo de tablero con un barco, pulpo, palmeras, etc. que se yerguen al abrirlo. Además tiene una serie de personajes, en su mayoría piratas para que los puedas colocar a lo largo del cuento y crear tus propias historias.

Normalmente, en la medida que puedo, tiendo a personalizar los regalos que hago. Ya sea con una etiqueta mía, con el papel que lo envuelve o cambiando o añadiendo algún detalle en el propio objeto. Y esta vez no iba a ser menos. Así que cuando vi los personajes pensé en que los niños podrían ser dos personajes más, o sea, dos piratas más. Y así lo hice. Contaba con poco tiempo luego tenía que buscar una solución rápida. Decidí hacer un fotomontaje y que se viese a propósito que era tal.
Entre todas las fotos que tenía, busqué una que no necesitase mucho retoque, es decir, que estuviese enfocada, que se les viese de cuerpo entero y que no hubiese ningún objeto en la imagen que pudiese tapar alguna una parte de ellos. Ah! Y si fuera posible que la expresión de sus caras fuese divertida. Y la encontré.
Era una foto de móvil, y no era muy buena, así que ajusté color, enfoque, luz, etc… y recorté las siluetas. La misma posición que ellos tenían en la foto me sugería que objetos necesitaba colocarles y en que posiciones para que pareciesen unos piratas: espada, pendiente, pañuelo en la cabeza, pata de palo, timón, etc. Así que empecé a buscar las imágenes. Algunas encontré y otras las dibujé.
El resultado final fue este:

El siguiente paso era dar a cada imagen el mismo tamaño que tenían el resto de los personajes del cuento y prepararlo para imprimir. Una vez impreso sobre un papel con brillo, para potenciar el color, lo pegué sobre un cartón no muy rígido con la finalidad de darle cierta consistencia. Y finalmente, lo recorté con cuidado, al igual que el resto de los personajes.
En la siguiente fotografía podéis ver el resultado final:

Resultó ser una idea que sorprendió gratamente a los allí reunidos en el momento de la entrega del regalo. Esta es una manera más de que no sólo los niños disfruten con el cuento fomentando su creatividad si no todo aquel que participe en el relato del mismo pudiendo imaginar historias diferentes en cada momento.
Y hablando de imaginación, al cabo de unas horas, la madre de los niños me comentó que en un futuro, crearía una escena tridimensional con varios elementos del cuento, incluidos los dos niños y lo enmarcaría en un cuadro como un bonito recuerdo. Me pareció una magnífica y creativa idea.